La estancia fue muy agradable, especialmente por los alrededores rurales que ofrecían una atmósfera tranquila y relajante. Disfrutamos de las áreas verdes, ideales para pasear con nuestras perritas. Aunque las habitaciones podrían necesitar una actualización, el personal fue eficiente y resolvieron rápidamente cualquier inconveniente que tuvimos. Un consejo, si van al restaurante, opten por platos diferentes al 'Pici', que no resultó ser lo esperado.

La experiencia fue maravillosa. El antiguo monasterio está muy bien conservado, con hermosas áreas verdes que resultan perfectas para relajarse. Además, el desayuno fue increíble, con una gran variedad de opciones y sabores frescos. El personal fue muy eficiente, resolviendo rápidamente un inconveniente que tuvimos con la habitación.

La limpieza podría mejorar un poco.

El desayuno, muy completo y rico.

Desayuno fantástico y personal amable!

Aviso, igual te enamoras

Alojarse en este antiguo convento es una experiencia mágica. Los terrenos son impresionantes y los patios invitan a la relajación. Si bien la limpieza podría mejorar, el desayuno es excepcional, con una amplia variedad. Un lugar que te transporta en el tiempo y ofrece vistas inolvidables. ¡No te lo pierdas!

El entorno es impresionante, con jardines bien cuidados y esa esencia única de un antiguo monasterio. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar. Sin embargo, la limpieza de las habitaciones dejó que desear y el mobiliario es más antiguo de lo que esperaba. Además, es necesario contar con coche para acceder a otras opciones fuera del hotel, lo que puede ser un inconveniente.

Una experiencia encantadora con historia

La estancia fue única en un antiguo monasterio. El desayuno sobresalió con una deliciosa selección y un personal simpático. La cena en el restaurante, aunque simple, disfruté de una sopa maravillosa a la llegada, teniendo en cuenta que llegamos tarde. No olvides explorar los jardines.

El lugar es impresionante, un antiguo convento con jardines bien cuidados y patios que ofrecen un ambiente de tranquilidad. La habitación tenía un estilo antiguo que le daba carácter, aunque el mobiliario se siente algo desgastado. Noté un par de telarañas y la limpieza en general dejaba un poco que desear. A pesar de eso, me sorprendió el desayuno. era variado y delicioso, con opciones frescas y locales. El café especialmente era un punto destacado, servido con calidez. La ubicación, aunque algo alejada de Siena, permite una desconexión total, aunque tener un coche es imprescindible. Un inconveniente que noté fue el pésimo WiFi, lo que dificultaba mantenerme conectado. En resumen, una experiencia que vale la pena, pero con detalles que podrían mejorar.

Hospedarse en un antiguo convento es una experiencia única. El lugar está cuidadosamente conservado, con hermosos patios y jardines que invitan a la desconexión. El desayuno fue excelente, con una variedad notable de opciones. Además, el aparcamiento gratuito fue un gran plus para mis necesidades de trabajo. Las habitaciones superiores ofrecían un entorno más tranquilo y agradable.

Recomiendo evitar las habitaciones básicas por su mala insonorización.

El lugar es tan pintoresco que me sentí como un personaje en una película de época, rodeado de jardines italianos que harían sonrojar de envidia a un constructor de castillos. La opción de cenar al aire libre en el restaurante del hotel fue toda una delicia, como si estuviera en una cena romántica, pero sin tener que competir con hechiceros por la atención de la reina.

Distribución del baño incómoda

me encantaría volver

Una experiencia increíble en un antiguo monasterio. El desayuno era variado con croissants frescos y zumos orgánicos. La habitación tenía calefacción, TV de pantalla plana y un cuarto de baño privado. Los jardines eran hermosos para pasear y relajarse. La atención del personal fue encantadora, siempre dispuestos a ayudar.